Filosofía

Los momentos perdidos los podemos recuperar, ya que merece la pena vivirlos y después retratarlos como si fuese ayer para poder disfrutarlos al máximo.

sábado, 18 de julio de 2015

Viajando Por El Cosmos

¡Ya he llegado! Miré a mi alrededor y solo veía a la gente revoloteando. Solo vi problemas y no solución. Siento tristeza y no un avisto de felicidad. Me choqué con mi propia realidad, me choqué otra vez con mis propios recuerdos. 
-¿Esto está pasando?- Me dije, como si todo fuera como una noria, llena de luces y sentimientos de enamorarte del primer amor. Pero sí, está pasando, pensé que todo se solucionaba con un paréntesis. ¡Sí, sí que se soluciona! Pero de lo que me estoy dando cuenta, que les quiero demasiado para dejarlos otra vez atrás. Son ellos los que me mantienen ocupados, me hacen tener agilidad la mental y los que me hacen mantenerme en mi linea de seguridad.

- Pero COÑO, quieres de dejar de recordar lo malo y dejar que todo lo bueno te caiga. ¡No seas así!- Se volvió a repetir en mi cerebro. ¿Pero que quieres? Cuando has viajado todo este tiempo y te encuentras con todo esto. ¿No te gustaría escapar otra vez? ¡Cógeme la mano y larguémonos! Solo quiero sentir esa nebulosa por mi cerebro, como si uno estuviera fumado, lleno de paz y amor. Ese amor, que te va recorriendo desde la cabeza hasta los pies y que solo ve amor y no rencor. 

Sí lo sé, deja de repetirte, y deja que todo fluya. Has aprendido, has viajado, has trabajado, has conocido, has lamentado, has meditado, has disfrutado de tus soledades y de tus charlas. PUNTO Y APARTE. Sí, eso mismo. Quédate con ello. El "HAS" es lo que vale en esta historia, en TÚ historia. En esa historia que durante un año, has luchado por conseguir. Para dejar de frustrarte y seguir andando en tierra hostil y no en tierra sagrada. -¡PERO SIGUE ANDADO CHIQUILLA! Deja de pararte, ¡qué te empujo...!- ¿No ves? Esto no para de dar vueltas... 

Aunque te venga grande todo esto, te darás cuenta que habrá servido de algo. Y sí, a servido para darme cuenta, de lo que tengo y de lo que puedo perder. De reafirmarme, de no dejar todo para mañana, de centrarme y escucharme. Pero no ir tan deprisa... Que los rosas tienen espinas y duelen. Tirar hacia delante, sí, es lo que va a llenar de positividad mi vida, de entusiasmo y aunque no me de cuenta de algo maravilloso.    

- ¡Corre! ¡No pares! ¡Y salta! - Sí, me siento bien, es verdad... Pero han llegado esos problemas de adultos que nunca me imaginé tener. Pero todo tiene su etapa. Es decir, no va a ser todo más fácil aunque seguimos creciendo, va a ser al revés. Pero estoy aquí, cogeré impulso, alzaré mis alas y echaré a volar. Se me estará haciendo cuesta arriba, pero debo de hacerlo, para coger la corriente después más fácil. Y ahora soy yo la que pregunta consciencia... ¿No me cansaré de luchar nunca?, porque mi alma un día se callo del precipicio, pero a vuelto. Me he levantado, aun estando 3 días en vela. Y he seguido en el desierto, aunque pasara por lugares, nadie me daba agua. Sinceramente, espero nunca rendirme y si lo hago quiero que actúes. 

Todo es crear la montaña, de no dejarla conforme, si no perfecciónarla hasta crear el Machupichu. Saltar y dejar todo atrás, aunque rebotes y vuelvas a rebotar, pero siempre cayendo al vacío.
Rencontrar tus demonios y enfrentarlo, cara a cara.
De no ir por el camino más fácil e ir por el camino que más rocas tenga, para poder ver las vistas que te proporciona la naturaleza, aunque la gente te tenga que rescatar.
Sonreír, aunque no tenga porqué. 
Y dar gracias, de nunca dejarlos atrás.

lunes, 23 de febrero de 2015

Te divisé a lo largo de la playa...

Pisando las piedras a lo largo de la playa, sintiendo las olas que acariciaban mis tobillos, el pelo me tocaba la cara con tempo preciso y sin control, mientras que yo miraba de vez en cuando al fondo de la playa y te divisiva intermitentemente. No podía ver más allá, no podía estar atenta más que en ir a la arena, aunque tu me seguías esperando en el mismo punto desde donde empecé mi camino hacía ti.


Creo que llevaba tres kilómetros, pero eso no me importaba, no estaba cansada, solo frustrada de no conseguirte, de poder tocarte, de no respirar el mismo aire que tú, de no estar en tus brazos y no poder irnos, para seguir otro camino diferente. Tú me dijiste que aunque bailase con el viento, podría pisar y posarme en cosas que no me gustaban, pero que siguiera adelante pase lo que pase. Yo recordé esa frase y se me llenaron los ojos de lagrimas, me caí redonda a las piedras, que cuando hinqué la rodillas, se me entumecieron y no podía levantarme. Me temblaba todo el cuerpo y no me dejaba de llegar información de todas partes. No podía seguir, ahora mismo las olas no me acariciaban los tobillos, ahora me venían a arrastrarme con ellas y a no soltarme, porque querían que me dejara llevar. Era algo muy extraño, porque seguía anclada a él, algo me decía que me tenía que levantar para seguir ese camino y conseguirle. Pero no podía, estaba tumbada viendo las nubes pasar, como me acunaban las piedras con el agua, cuando se acercaba con tanta fuerza. Me mojaban entera, pero no sentía ni frió ni calor, solo estuve allí tumbada durante un buen rato, escuchando las olas cuando rompían hacía a mi, todavía sentía el entumecimiento en las piernas y la tristeza que me invadía. Creo que fueron tres días los que me pasé viendo las nubes pasar, el sol caer y la luna aparecer. Me parecía tan cotidiano, que seguí un día más allí tirada, pero esta vez dormida.

Cuando abrí los ojos, te vi a mi lado quitándome las algas del pelo, besándome la frente, acariciándome las mejillas y tendiéndome la mano. Me levanté, me miró y al instante me abrazó. Cuando abrí los ojos, estaba en la arena, él seguía a lo lejos, pero mas cerca que antes. Yo estaba seca, con un vestido vaporoso de color blanco y un sombrero grande, de color beige. Él, estaba de blanco y le divisaba con la mano tendida para que llegase. Seguí andando, notaba la arena templada, el mar estaba en calma, no rozaba más allá de las piedras y mis pies lo agradecían. Estuve inspeccionado la arena y jugando con ella con los dedos de los pies. Solo sabía que este nuevo tacto me gustaba, pero que no podía seguir estando segura, porque me podía costar más que las piedras llegar hasta él o que apareciera algo que no me dejase continuar.

Me cogí el vestido con las dos manos y empecé andar, solo quería conseguir mi meta, solo quería llegar, aunque estuviera pasando mal, porque sabía que faltaba poco y que no me podía rendir.

viernes, 9 de enero de 2015

Otoño

Me quedé esperando, encogida por el frío y con el precioso anhelo del Otoño. Quedé enfrascada mirando al infinito, a ver si me podías a atender, porque tenías demanda en ese mismo momento. Estaba preparada para lo que te iba a decir y estaba acongojada por lo que podía percibir. Parpadeaba sin parar por si no te veía todavía, haciendo que mis manos empezaran a tocar percusión en ese parque que te esperaba, dando así tempo con mi pierna para seguir todavía alerta de lo que pudiera suceder.

No entendí muy bien como sucedió, pero una hoja callo lentamente hacia mi cabeza, rozó mi pelo y después acarició mi cara para alertarme de que ya estabas allí. Tú comenzaste con un: "Adelante", en ese mismo momento se nublaron las luces tan llamativas que tenía enfrente de mí, y me hiciste un amago con la mano para proseguir. Los pensamientos se me acumularon y no era capaz de decir nada, no sabía que preguntar, aunque ya tenía todo redactado... No me salió otra palabra más que: "Por qué?". Él lo comprendió enseguida y note un suspiro que removía toda su conciencia para buscar respuesta, ya que parecía que él tampoco podía darla. Al armarse con valor, decidió decir: "No sé el porqué, pero sí sé el cómo. Puedo seguir lamentando por vosotros o vosotros recapacitar de lo que está llegando. Quiero pararos pero estáis sordos, ciegos y vacíos. Estoy escuchando, pero no sé cómo responderos. El tiempo prosigue y no está en mi mano poder retroceder." Yo le miré a los ojos y él me devolvió la mirada, con el corazón en la garganta y las manos temblando, de lo nerviosa que estaba. Empecé a tartamudear y las palabras no me salían, lo quise intentar de nuevo pero fracasé otra vez. Él me tocó el hombro y me dijo: "Tengo tiempo, no desesperes." Yo respiré hondo y me paré para que la mente se pudiera calmar... "Esas Alas ya quieren empezar a volar, ten cuidado con ella eres tu quien las debe controlar". Me sonrió y yo eche la mano para atrás para poder llegar a tocarlas, no sentí nada pero notaba como revoloteaban. Tenía razón, no paraban de moverse. "Corremos tanto? Cómo podemos ser tan necios? Cómo podemos controlarlo?" Le miré a los ojos y el miró a sus pies, después alzó la cabeza y cruzó las manos. Exhaló una bocanada de aire y contestó seguro: "El cómo, es el que perjudica. El actuar es el que nos aterroriza. El lamentarnos es el que no nos despegamos. El vacío en nuestras cabezas es la inteligencia. Pero el correr,,. En vuestras manos está ralentizar todo esto y pararos a meditar con todo lo que con ello conlleva." Yo hice lo mismo que él, me miré a los pies y los empecé a mover de un lado para otro, para poder seguir preguntado, y a la vez recapacitando de todo lo que estaba diciendo sin titubear. "Yo, yo te doy gracias por todo." Él me miró. "Por lo que me das cada día, por lo que tengo a mi alrededor. por la conversación que estamos teniendo, por lo sabía que me vuelvo al poner todo mi esfuerzo, por como soy y por ti, por tenerte a ti y a los que me protegen." No podía apartar los ojos del suelo y de mover los pies. Me volvió a parecer el congojo en la garganta y esta vez se me llenaron los ojos de lágrimas. "Pido perdón por si he ofendido en algún momento." Él me siguió mirando con cara dulce, aunque yo le ignoraba. "No quiero que me des todo, porque hay gente que necesita de cada uno, una cosa. No sé, tenía tantas cosas que decirte y ahora solo tengo estas en mente..." Me quedé pausa y pensativa, pero de repente añadí: "Quiero que les des un beso a todos de mi parte." Él me volvió a coger el hombro y me dijo: "No cambies. No creas que no sé todo, sé todo lo que tienes, pero todas las preguntas a su tiempo. Sabes que siempre estoy ahí, y eso lo sabes. Habla sin temor, siempre escucho a todos. Y recuerda que siempre te responderé.


Le miré, se desvaneció y noté otra vez la hoja como me acariciaba la cara e iba enfocando las luces que tanto me maravillaban. En ese mismo instante recordé otra vez todo lo que le tenía previsto decir y me emocione al saber que por fin me había contestado, aunque no fuera siempre él, yo sabía que era él.  

domingo, 16 de noviembre de 2014

¡Silencio! Habla el Aire

El aire pasa, roza, se funde como el chocolate, se penetra en lo más profundo de tu ser, silva para que te des cuenta de que está ahí, hace bailar a tu cabello e incluso a tu ropa, no sabe como hacerlo pero lo hace. Está siempre con nosotros y hay algunas veces que nos deja para echarle de menos o incluso para que podamos meditar sobre él. Pero no se da cuenta, que él es lo principal en nuestra vidas, ya que nos proporciona oxigeno, frió o calor, olores, ondas de sonido e incluso meditación. Siempre he pensado que es la respiración de la tierra y eso algunas veces ayuda en situaciones. Porque también proporciona vacío, incomodidad, escalofrío y silencio.

Silencio. ¿Cómo puedes describirlo? Lo notas como si fuera algo que no es tuyo, que nos hace ser egoístas, a tal punto que podemos hacer de una piedra del tamaño de una célula, una montaña escabrosa y de difícil ascenso. Te entra agonía, cuando llegas a la cima, al llegar a ella te quedas llorando sin parar, porque no sabes desecharlo y empezar a picar para hacer un terreno llano y seguro. Muchas veces es necesario, porque ese silencio te da respuesta, pero no te da libertad hasta que lo expresas y cuando sientes que se aleja poco a poco, es reconfortante. Es un sentimiento complejo, pero de difícil descenso. La citación más clara para sobrellevarlo es "¿Por qué callarme? Nací gritando, aprendí hablar para comunicarme y me enseñaron conocimientos para expresarme".

No debemos de olvidar, que también es un arma de defensa. Para algunos es crucial en su día a día, para otros es de difícil conclusión. Pero recuerda que muchos de ellos son mudos y quieren expresarse lo más natural posible. Otros viven el silencio toda su vida y no pueden sentir en sus caracolas la vibración que les provoca una melodía suave y sonora para expresar un mensaje claro y conciso. Debemos de saber que todo esto nos hace humanos, pero el accidente no afecta a los factores principales, porque el mudo se expresa por signos y el sordo escucha por un mecanismo eléctrico que le proporciona vibraciones en su caracola, que a la vez le llegan pequeñas descargas al cerebro para poder escuchar. Y el que puede expresarse, puede seguir en su silencio, pero ¿con todo esto...no es más bonito expresarse y escuchar, que callarse y guardar? Las palabras son bellas, aunque sean destructivas, son perfectas, son detalladas y de largos significados. No dejemos que el silencio nos coma, para poder llegar a la lugubre oscuridad de nuestro profundo ser.

El silencio es bello, te  hace pensar y te reconforta, pero muchas veces hay que poner sintonía al silencio y seguir avanzando para poder comprender lo que nos proporciona el aire cada minuto de nuestros días.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Ángeles

Me llevaste de la mano, ¿te acuerdas? Tu estabas sereno, tranquilo, como si nada hubiera pasado. Yo te miré a los ojos y vi en ti algo mágico e hipnótico, algo que me hizo suspirar y desviar muy rápido mi mirada para el frente. ¿No sé porque no quise mirarte más? Eras hermoso, no sabría como identificarte, no sabría como decirte que la verdad eras fascinante, como persona y como guardián. ¡Sí guardián! Guardián de toda mi vida, porque eres tu el que me protege, el que me da alas muchas veces para poder hacer lo que mi corazón siente. También el que me aguarda cada noche y día, pero también el que me avisa de las cosas y el que me dice palabras preciosas.
Es algo confuso que me llevó un día, bueno, no, mentira, varias semanas identificarlo. Me llevaste a otro camino a ese que me dijiste "Camina sin miedo" y yo te estoy haciendo caso, camino sin miedo. Sin miedo a lo que digan, sin miedo a que la mente hable de más, sin miedo a que nadie ni mi misma puedan hacerme retroceder o llamarte para que me vengas a buscar, porque creo que es un buen camino. Bueno, no lo creo, me estoy dejando llevar y es lo que me está gustando de todo. Estoy ahora mismo mirando desde la barrera, pero ME EN-CAN-TA. Pero no te creas que no estoy aprendido, porque sí que lo estoy haciendo y eso me provoca ser más de lo que soy y lo que seré.
Pero tú, tú sigues ahí, mirando por si me pasa algo, porque aunque ahora esté pisando hierba con flores, en un futuro puedo estar pisando arena y como no me dé cuenta estaré pisando cardos. Pero sé que te encargarás de no dejarme sola y de seguir estando caminando con migo, pero siempre de la mano.


"Camina con paso firme, si te caes te levantaré, sino, seré feliz. Porque al estar caminando, estás aprendiendo, estás dando otro paso para que la sonrisa te llegue a las orejas, que la mirada te brille llena de ilusiones, que la mente esté abierta y que tus manos vuelen, como las alas que llevo yo colgadas, para así poder protegerte.

jueves, 3 de julio de 2014

Carta de Amor

No sé quien eres, ni porque lloré ni lloro por ti. Siempre te imagino y siempre pierdo buscándote por las calles, ciudades y rincones de ellas. Siempre tengo un prototipo, te imagino como serias, pero nunca se quien eres. Me enamoro a espaldas tuyas, me desvelo por esos amores y la verdad, no me quiero imaginar como va a ser este amor. Porque si me enamoro de otro, no me quiero ni imaginar cuando nos veamos y me pase todo esto contigo. ¿Cómo va a ser cuando te tenga, te mire y te sienta? Va a ser inexplicable lo que sienta por ti, porque no existes, bueno, de momento. No sé ni si quiera si eres real. No sé si buscarte o dejarme encontrar. No sé nada de ti y tengo ganas de saber más.

La verdad, tengo curiosidad, y por otra parte tengo miedo. Sí, es raro y lo sé, pero siempre teme antes el cerebro que el corazón. El corazón es ciego, no sabe de matices, no sabe desvelos, no sabe de expresiones. Solo da información al cerebro para que actué locamente y exageradamente de amor, de dolor y en ocasiones de confusión. Ese cerebro que se puede activar con un solo estimulo que crea con un solo sentido y es el que ordena dejarse llevar, mientras que el corazón goza, porque sabe que aunque esté ciego, es Amor. Ese amor que siento yo por ti, aunque no estés y te tenga que encontrar, aunque me imagine cosas o tenga esas intuiciones y realidades de matices que tanto repele el corazón y hace el cerebro. Suena a locura, a irreal, incomprensible...tiene muchas expresiones. Yo, no me quedo con ninguna, porque sé, que cuando te encuentre lloraré de alegría, y mi cerebro en ese instante no sabrá que hacer, no sabrá que responder. Pero mi corazón lo hará por él. Tendrá matices, color, presión sanguínea, que irá más fuerte cada día. Felicidad, desvelos, conexiones y alzará sus alas y echará a volar por toda mi caja torácica para posarse en una nube y no bajar. Pero el fallo estará en el cerebro, porque no me dejará en paz, no descansará y habrá veces que se aburrirá. Pero te prometo que el corazón se hará con él, porque si te ha intuido, soñado, llorado, buscado e imaginado, él mismo se aliará con el corazón para convencerse de que eres tú, el que ha estado esperando, el que tiene delante de sus narices, el que le está haciendo feliz, el que da mimos, lo desea por encima de todo, el que está con él,
en lo bueno y los malos momentos, el que espera, el que, el que, el que...

¿Y sí no es cierto? ¿No ves? Está ocurriendo otra vez, el cerebro no deja que nada sea como lo esperas, aunque te haya engañado, aunque te haya utilizado, aunque te haya estrujado toda esperanza. Pero, ¡espera! El corazón sigue latiendo, sigue estando vivo por ti y para ti, para tener esperanzas sobre esto, para lo que ha formado el cerebro, para esperarte a ti aunque no haya indicio alguno de existencia o aunque el mismo cerebro haya engañado al propio corazón para enamorarme de ti. Sigue estando ciego y aunque una parte de mi se de cuenta de ello, sigo esperándote, imaginándote, sintiéndote y siendo feliz con esta ilusión, porque sé que llegarás y eso me hará darme cuenta que la otra parte fuiste tú, incondicionalmente tú.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Tuyo, mio y de todos

Contando las gotas que había en el cristal de esa ventana tan familiar, pude sospechar y aceptar que había pasado mucho tiempo. Era la última vez que pisaba ese piso y esta vez no era para marchame yo, porque mi Alma ya había caído al vacío, pero no sin antes madurar esa delicada situación:

"Primero vio las mejores vistas desde ese balcón, decidiendo saltar la valla y colocarse para sentir el viento en todo su ser, premeditándolo pensó lo que podía pasar una vez hecho eso y dar un portazo a todo lo que tenía en su vida. También quiso ser precavida, para no tener miedo, soltó una parte de ella para sentirse segura en su recorrido hasta ese olvido máximo y no sentir nada. Pero en un segundo, sintió algo que ya había sentido, algo que no estaba nada orgullosa, algo que la hacía flojear en lo más profundo de ella. No quiso mirar más adentro y se centró en la puesta de sol que tenía delante suya como si fuese algo único de ver, algo inexplicable, algo mágico y que estaría pronto en ese estado. En el estado de renacer de nuevas y arriesgarse por algo que iba a valer la pena. Sintió esa brisa tan cálida, que ahora se iba a convertir en hielo, después la aspiró y convirtió esa brisa en algo dichoso y tentador, algo que tampoco iba a probar más, pero que convirtió en su recorrido en toda su existencia para sentirse libre y no atosigada. Otra de muchas cosas que descubrió era los recuerdos, que de vez en cuando la recorrían para saber en que apartado estaba dejando todo atrás, en que recorrido se embarcaba y que no podía echar atrás. En ese mismo momento se dio cuenta que estaba otra vez en el punto de partida, miró hacia abajo y solo veía asfalto, sangre y sufrimiento. Ahora tenía más claro saltar, saltar a eso que un objeto dueño y señor lo había creado y que manejaba todos los hilos de esa Alma  pura y libre, que no la dejaba por las reglas que tenía ese desecho de carne. Solo pensaba en renacer, en olvidar y ¡caer!

Feliz, decidió poner todo su ser a manos del viento, de los pétalos de las flores que se caían para rescatarla de los balcones que habían a su alrededor, de esas nubes que por obra y gracia de la tierra se oscurecieron para dar perdida y llorar por esa Alma que dejaba de ayudar al trozo de carne que le daba vida. No sintió nada. Nada de lo que se pudo arrepentir, nada de lo que ahora llora por no dejar atrás y nada por lo que quiera volver."

Solo recuerdo de ese instante, lo que pasó, pero la verdad es que nadie lo sabe. Solo sé que entré en la habitación, hice la maleta y me fui. Y ahora mismo, en este instante, sigo contando las gotas de esta ventana dichosa, tan llenas de momentos buenos como malos, tan llena de esperanzas y sinceridad.Y Como ya he dicho antes, no estoy hoy aquí por mí, sino por...ti.