Filosofía

Los momentos perdidos los podemos recuperar, ya que merece la pena vivirlos y después retratarlos como si fuese ayer para poder disfrutarlos al máximo.

lunes, 1 de julio de 2013

Abriendo los ojos

Abriendo caminos en mi mente durante todo este tiempo me he dado cuenta de muchas cosas que han sucedido a mi alrededor, la verdad, me han abierto mucho los ojos respecto a la vida y eso me enorgullece de los pasos que estoy dado aunque sean pasos insignificantes.

Me alegra mucho haber conocido a personas nuevas en mi andadura, de poder haberlas conocido y que me han sacado una sonrisa durante todo este tiempo. La verdad es que si se van de mi lado, las voy a echar de menos. Porque aunque hayan sido personas de paso, he aprendido muchas cosas con ellas, me he reído de tonterías, nos hemos vuelto locas, hemos tenido momentos míticos y aunque algunas no nos hemos llevado lo bien que esperábamos, hemos disfrutado de la compañía de cada una de nosotras. Es decir, no me arrepiento de nada de lo que he hecho con ellas y lo que he dado a cada una de esas personas, aunque sea muy insignificante. Es cierto que al principio me daba reparo empezar otra vez de nuevo con esa "Caída tan dolorosa" que había tenido, pero al ver todo lo que me estaba pasando, aunque sea lo más malo que me haya pasado, no me arrepiento de nada porque de todo se aprende. Como decía una de las frase que tiene esa entrada: "Que las cosas no salgan como tú esperabas, muchas veces es lo mejor que te puede pasar". Y en cierto modo, es verdad.

Con otras personas que llevaban mucho tiempo en mi vida, se han distanciado, se han ido sin decir adiós o se han quedado reforzando esa amistad que teníamos desde hace mucho tiempo. He llegado a la conclusión que aunque me raye por esas personas que se han ido, que aunque haga todo lo imposible por no avivar esa distancia o que esté a mata caballo con las que están a mi lado porque me importan, estoy comprendiendo que aunque esas personas hagan todo lo que hacen, yo estaré ahí, aunque no olvide, aunque duela y aunque me remueva la conciencia. Creo que si ellas me dieron algo, ¿por qué no dar? Yo no firmo ningún contrato cuando conozco a la gente, solo procuro no perderla, y si la pierdo será porque ha llegado el momento de conocer a más gente que me haga sonreír, que pueda abrirla puertas en lo que necesite, ayudarla o que me ayuden, no se sabe. Pero también, puede suceder, que la otra persona necesite espacio para explorar otras cosas, ese adiós para innovar o ese refuerzo porque quiere perdurar. En cualquier caso, aunque me duelan muchas cosas, hay que aceptarlas, porque creo que sino, no sigues hacia delante.

Otra de las muchas cosas que estoy decidiendo, es superarme a mi misma porque quiero y porque puedo, ponerme retos que me van a llevar a la felicidad máxima, decidir algunas cosas con el éxtasis del cerebro y muchas otras, pero no tantas, con el corazón. Renovarme interiormente y exteriormente, sentirme bien conmigo misma, disfrutar de la vida y no dejarme parar por nadie, solo manejarme yo.
Creo que estoy empezando abrir los ojos, en el sentido de que disfrute mi alma de esta vida que me regala Dios todos los días de mi vida, de lo bueno y de lo malo (porque aprendes mucho), de cada momento, aunque estés más sola que la una y esa sonrisa que pones todas las mañana para darle paso a lo que te viene en esas 24h.